Agro: institucionalidad sin instituciones

AutorHelmer Velásquez
CargoAbogado y Notario, Maestría en Investigación, Política y Desarrollo, Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de San Carlos de Guatemala
Páginas13-33
Situación Agraria y Rural en el País con énfasis en tierra y territorio
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AGRO: INSTITUCIONALIDAD SIN
INSTITUCIONES1
Helmer Velásquez2
1 El título del artículo, como será obvio al lector, hace una paráfrasis del título de la obra
del Profesor Edelberto Torres Rivas: Revoluciones sin Cambios Revolucionarios. Sirva esta
nota, para expresar mi homenaje a la vida de este insigne ciudadano centroamericano.
2 Abogado y Notario, Maestría en Investigación, Política y Desarrollo, Escuela de Ciencias
Políticas de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Ha trabajado más de 25 años, en
organizaciones sociales. Reconocido a nivel nacional e internacional por su lucha por el
Desarrollo Rural Integral.
Revista Territorios XIV
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Resumen
La institucionalidad pública expresa ideas e intereses de los
administradores del Estado y élites aliadas. Regularmente, el estamento
público opera subordinado a los dictados elitarios, supeditación en
la que se definen las prioridades públicas. Siempre distorsionadas y
alejadas del bien común. Ese es el caso de la institucionalidad dedicada
a “resolver” la iniquidad en el campo. Debilitada, incapaz y corrupta.
Lejos de los Acuerdos de Paz y muy lejos de los anhelos campesinos.
De eso hablamos en esta nota.
Palabras claves: campesinos, Estado, Acuerdos de Paz, Estado e
institucionalidad agraria.
La institucionalidad del Estado expresada en normas, procedimientos y
agencia que las implementa, no es un catálogo de meras disquisiciones,
disposiciones neutras, o cánones virtuosos sobre formas de proceder.
No, nada de ello. Estamos frente a mandatos con espíritu, a través de
las cuales se expresa la orientación del Estado. Los intereses de quienes
detentan el poder real y formal: sus administradores y quienes influyen
en sus decisiones. Es la síntesis de voluntades políticas, de quienes
conducen al Estado en fondo y forma. Obviamente, incluye las élites
de influencia: empresas o individuos prósperos, cuya incidencia es
desproporcionada en los escenarios del poder, en América Latina.3
Así funciona el Estado y la institucionalidad, opera como correa de
transmisión entre las voluntades de ese Estado y ciudadanía. Lleva a lo
concreto o debería de llevar, el fin superior del Estado: el bien común.
Las capacidades estatales están estrechamente vinculadas a la robustez
o debilidad de las instituciones que lo conforman. Su debilidad
o fortaleza, no deviene de la casualidad, o fenómenos ajenos a la
3 De Ferranti y otros: Desigualdad en América Latina y El Caribe ¿ruptura con la historia?
Citado por Werner Jungbluth M. Desigualdad y Desarrollo: Puentes Conceptuales e
implicancias para la práctica, página 20, en Desigualdad y Desarrollo –DESCO-, Perú 2016.

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